Es pequeña y la cruzarán pocos.
Hay que ser como un niño para querer cruzarla. Un poco infantil, dotado de cierta infancia espiritual.
Por la puerta no cabe la razón tan sólo la esperanza de saber.
Por la puerta se entra si la humildad gobierna tu vida o al menos intentas que así sea.
Una "puerta" como esta pasa muy desaparecida entre los más cercanos pobladores es más bien un portal estelar para unos pocos.
Un portal estelar te lleva a otra dimensión de la vida. En este caso, es el camino del perdón y el arrepentimiento, de la misericordia. Un camino estelar que pocos quieren andar prefieren el de la conquista y la colonización propiamente material.
Teresa de Jesús la Santa y Doctora de la Iglesia Católica abrió un portal con su mística y la Sabiduría a la que tuvo acceso.
400 años después se nos otorga el poder de cruzar la puerta. Pocos lo harán. Pues muchos son los llamados y pocos los elegidos.
Las Gracias que la puerta otorgue a Peñaranda dependerá de la Fe de sus vecinos y sus pastores.
Ayer crucé dos puertas, la de Peñaranda y la de Alba con las disposiciones de cuerpo, alma y espíritu que son necesarias más no encontré a ningún pastor para cumplir con un requisito de las puertas jubilares, tendré que esperar. Casi no hay pastores y algunos no creen en las puertas.
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