domingo, 25 de septiembre de 2022

SALVESE QUIEN PUEDA

 A punto de naufragar los avisos para navegantes abundan.

La actitud de cada uno depende de múltiples factores todos ellos culturales.

En breve se dará la orden: ¡¡Abandonen el barco!! y a continuación el: ¡Salvase quien pueda!

Entre los mas ahogados se escucharán voces como: ¡No será por qué no lo hemos advertido!

Lamentablemente aún hay muchas cigarras en la sociedad de la crisis, las hormigas se afanan delante de ellas, pero con sus afanes por experimentar la vida en toda su intensidad, sea por los motivos que sean, el caso es que pocos son los que se están preparando para el naufragio.

La pregunta salta la palestra: ¿Pero que es lo que puede pasar?

La respuesta lleva consigo una parte de predestinación y dosis de adivinación que coloca al portavoz en una plataforma de incredulidad general.

La enfermedad de esta parte del siglo es la incredulidad, pero aderezada de una absoluta credibilidad a todo lo que confirma mi sesgo cognitivo, es decir, que sólo creo lo que estoy dispuesto a creer de antemano, todo lo demás es ciencia ficción para una mente educada bajo el paradigma de la creencia personal como dogma absoluto de la verdad, consecuencia del relativismo ideológico en el que nos movemos.

Dicho queda a todos. 

Para las cigarras dubitativas y propensas a ser hormigas un par de consejos:

1.- Apaga la tele, la radio y el uso de internet y pasa más tiempos con los tuyos.

2.-Construye tu propia percepción de la realidad con fuentes de información fidedignas.

Por lo demás, te deseo toda la suerte del mundo.

Me voy a hormiguear un poco.

 




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