Esa operación matemática que agrega y que en política resta. Son las paradojas de las ideologías. Que prometen y no cumplen.
Si para Sumar hay que restar algo no me funciona en la fórmula y así empezamos mal.
Las purgas cuentan como restas y fueron famosas las de Stalin y el comunismo, famoso en purgar y restar.
Purgar y restar es propio de ideologías de pensamiento único como el nazismo y el comunismo. O de la propia Iglesia y de Inquisición en su lucha contra la herejía.
Herejes y purgados suelen ser los resultados o víctimas de este tipo de acción política.
Sumar y purgar suelen ir de la mano cuando en nombre del pueblo y para su bien un iluminado personaje se considera el crisol de las esencias ideológicas dispersas y dispares y acaudilla una tropa de anarquicos personajes menores que lo ensalzan y lo convierten en su líder.
Sumar para restar a quien me hace sombra y afea mi belleza natural impostada es el comienzo, el primer capítulo de una serie de cuentos que nunca tienen un final feliz, tipo y fueron felices y comieron perdices, pues la felicidad se suele decretar como subversiva y las perdices se las han comido los cuatro que suman para restar al resto.
Si tu filosofía es sumar y estás restando, háztelo mirar.
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