En esa película épica que ha supuesto la popularización del personaje y el rescate histórico del momento, me suena y resuena que León y Leónidas van a tener ciertos paralelismos.
Un puñado de fieles entrenados frente a toda la jauría de desentrenados.
Entrenados en el alma, en el espíritu y en la mente.
Porque en las próximas batallas, las futuras batallas, van a ser mentales, no tantos racionales, como espirituales.
Y ahí León y sus fieles, serán como Leonidas y sus 300 acabarán en el martirio pero salvarán su mundo.
Un presagio.
Elegido bajo en augurio de la familia de gaviotas...
Pero de eso hablaremos otro día.
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