sábado, 28 de mayo de 2022

EL SUBIDÓN

Desde tiempos inmemoriales el circo, el espectáculo, ha sido una necesidad en la vida social. No puede existir espectáculo sin sociedad. Precisa de la colaboración mutua para lograr desarrollarse.

Es un punto de encuentro entre espectadores y escenificadores con el objetivo de ofrecer espectáculo.

Hoy el espectáculo también está en la grada.

Y más allá, pues se prodiga por las redes sociales en un efecto expansivo sin prescedentes en la historia.

Tan singular fenómeno social ha sido empleado por organizaciones y gobiernos para manipular los sentimientos humanos durante siglos.

Hay quien no puede vivir sin el espectáculo.

En nuestra química interna se produce un fenómeno alquímico que todos los aficionados buscan con pasión. El "subidón" lo llaman algunos.

Vivir con la necesidad de un "subidon" es  la flor de loto del viaje de Ulises que permite olvidar las penas por un momento y disfrutar del "subidón".

Esta capacidad de abstracción del "subidón" es el fenómeno que en la ingeniería social tiene un gran potencial de manipulación emocional.

Hay muchos tipos de espectáculos y de circos, los más importantes vinculados al mundo deportivo. Un negocio multimillonario y muy lucrativo para unos pocos a costa del "subidón" de muchos.

Darse un "subidón" de vez en cuando no está mal, dicen la mayoría. Y es verdad. Es como el alcohol, una copita o una borrachera. A gusto del consumidor.

El "subidón" es sano si no es spicodependiente. Cada uno sabrá donde se encuentra su grado de dependencia. 


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