Vivir del sentimiento y la razón es lo que tiene vivir una vida vulnerable a las pedradas contra tus cristales.
Así vive hoy la mayoría de la gente. Sin fortaleza. Prisioneros se un palacio de cristal. De hecho la llaman la generación de cristal.
"La generación de personas que se convirtieron en adultos en la década de 2010, vistos como menos resistentes y más propensos a ofenderse que las generaciones anteriores"
Son los nacidos después del 2000.
Son la generación Z o Nativos Virtuales.
Sin adoctrinamiento religioso. Sin formación espiritual. Nacidos para sentir y pensar lo que les da la gana y considerar que ese patrimonio es todo lo que hay, su Palacio de Cristal.
Un cuerpo que envejece. Una mente que se deteriora y un corazón que flaquea. Y ante este panorama lo mejor es vivir el momento y que sea lo que tenga que ser.
Ahora vemos su flaqueza y sin horizonte no saben que hacer con su vida y por ello es preferible apagarla como se da a la tecla off del videojuego, pues en el fondo para ellos lo es.
El Palacio de Cristal es la oferta inmobiliaria de unos padres descreidos y renegados del patrimonio de sus padres, los abuelos de estos jóvenes, que levantaron los adoquines de las calles para ver si realmente debajo existía la arena de la playa prometida y construyeron con el barro su vida, la que ahora sus hijos quieren evitar pero solo encuentran cristal para construir la suya pues los adoquines se hicieron añicos o los echaron al fondo del mar.
Un día se levantarán las próximas generaciones para construir de nuevo un hogar con la fortaleza que da saberse y ser hijos de un Dios vivo, y volverán los adoquines a buscar en la historia para construir el templo que son y nunca dejaron de ser, pirámides elevadas la Cielo.
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