Una nueva oportunidad que se nos brinda a los ciudadanos en los estados democráticos para poder cambiar el rumbo de las administraciones más cercanas, los ayuntamientos, donde los que se sientan en los sillones consistoriales suelen ser familia, amigos, vecinos, conocidos...
En algunos de ellos hay pocos medios, escasos y no se puede desarrollar una política a gusto de sus ciudadanos para satisfacer sus aspiraciones.
En otros ya se cuenta con cierto patrimonio y, por tanto, el poder de decisión acerca de, en que me lo quiero gastar, representa la posibilidad de elegir entre varias opciones
La ideología deberia estar lejos de los municipios y por tanto más bien se trataría de verificar quien puede gestionar mejor los intereses públicos para hacer mejores cosas.
Después ya de bastantes años de democracia, hemos aprendido que no es lo mismo escoger a unos que a otros. Que es importante tener un buen alcalde, alguien con visión, y con plan.
Una visión de hacia dónde queremos ir y un plan para conseguirlo.
Es el tiempo de pensar donde queremos llegar, hacia dónde queremos ir y quién es el mejor capitán para llevar el timón hacia ese rumbo.
Evalua bien.
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