Los datos como el petróleo del siglo XXI o el oro de toda la vida.
Los datos. Todos tenemos datos. De algunos no sabemos ni que existen. Pero los seguimos teniendo y siguen siendo nuestros pese a nuestra ignorancia.
Cuentan que los habitantes de las Américas despreciaban el oro que lo cambiaban por baratijas y alcohol a los europeos, ambiciosos del oro.
Hoy la sociedad se divide en dos. Los que como los aborígenes americanos desprecian los datos y los que como los colonos los adoran y están dispuestos a todo para conseguirlos.
Vendrá un tiempo diferente en él que los datos nos colocarán en una organización social muy diferente. Hasta entonces jugamos a ciegas la mayoria frente a un minoría que conoce las claves del futuro y las explota a su máxima potencia haciéndo de los datos puro oro y con ello poderoso en la sociedad actual a costa de quienes ignorantes se los dan gratis.
Así ha sido y será en la historia. Ahora es el momento de los datos como lo ha sido del petróleo o el oro en otras épocas.
Date cuenta de que Google sabe más de nosotros que nosotros mismos y eso que no sabe lo acabará sabiendo porque se lo acabaremos contando.
Acabamos de generar datos con este alicución y su posterior difusión en redes sociales. Ya hemos generado datos, algunos datos y no vemos el oro por ningún lado, más en algún rincón del Ciberespacio existe una hucha que habrá aumentado su peso y contenido, tendrá más datos y con ello más dinero.
Unos somos los datados y otros los dataderos.
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