Esta realidad es la que experimentan todos cuantos seres humanos están enfermos de cáncer o cualquier otra enfermedad terminal.
Están desplazados de la realidad algorítmica que nos pretende vender un mundo de fortaleza, resiliencia y comunidad que compramos como deseo y fuente de vida.
Las verdaderas guerreras son las personas débiles, vulnerables y solas que se levantan todos los días para vivir.
Las portadas de los medios de comunicación se llenan de las proezas y ordalias de gente que busca la vida en la fortaleza y la reisiliencia en experiencias programadas y divulgadas en redes, en las que pone a prueba su decidida pasión por la vida.
Ayer abracé a Emilio con tres años de lucha contra el cáncer, acompaño a Mónica con el suyo, rezo por Alonso y Vega dos jóvenes con enfermedades incurables desde hace años. Ellos se sienten débiles, vulnerables y esa experiencia la viven sólos, que no en soledad.
Lo que rechazamos es nuestra verdadera humanidad, y confieso que cuanta más Debilidad, Vulnerabilidad y Soledad percibo en mi propia vida, más cerca estoy de ser igual al que nos diseñó, que lo hizo con barro, que polvo es, y en polvo me he de convertir.
Miércoles de ceniza. ¡Bendita Humanidad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario